El gran regalo de la pasada semana fue que nuestra gran amiga y fotógrafa favorita, Maria de Fazio, hizo un hueco en su apretada agenda para fotografiar Calma.
¡No nos lo podíamos creer!
Ella es puro contraste.
Por una parte es fuerza, raza, coraje, valentía y pasión. Todo lo que su pelo rizado transmite. Y así es su forma de trabajar, ágil, vigorosa, directa, clara y con posturas imposibles.
Por otro lado es delicada, sensible, suave, cariñosa, como el movimiento de sus manos al hablar. Ella fue bailarina y adora cualquier expresión de belleza (tienen que ver sus retratos). Esta parte es la que pone la magia a un savoir-faire exquisito. Ella ve las sutilezas, los contrastes, los reflejos como nadie. Ella convierte en especial lo ordinario. Ella es genuina, como su fotografía.
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